Se trata de un bosque autóctono cuyos árboles tienen entre 400 y 500 años. Mañio, Coigue, Lenga, Canelo, que tienen un diámetro de entre 80 cm y 1,5 metros, son árboles reconocidos internacionalmente por su valiosa madera.
CONAF, la organización gubernamental chilena responsable del control de la deforestación en los bosques nativos, aprobó la tala de 15,4 hectáreas, 50 árboles por hectárea, es decir, 750 árboles en total.
Esto supone unos ingresos potenciales de unos 300.000 euros por la comercialización de la madera en Chile.
En el extranjero, esta cantidad es de tres a cinco veces superior.
El desarrollo del turismo en la región de Aysén - Patagonia chilena tiene un enorme potencial de ingresos.
El terreno está bordeado por el río Engaño, que desemboca en el Lago General Carrera.